ChatGPT y la creación de contenido artificial.

¿Qué es ChatGPT y qué es la creación de contenido artificial?

Últimamente se ha estado hablando mucho sobre la gran revolución que puede ser una inteligencia artificial generadora de textos, transcripciones, incluso escribir códigos de programación.

Pero ¿sabes exactamente qué es ChatGPT y cómo funciona?

ChatGPT es un chat gratuito, aunque con un servicio también de pago, desarrollado por la empresa OpenAI, pero no es el primer chat gratuito de inteligencia artificial y tampoco será el último. Basta con una rápida búsqueda en Google, en PlayStore o AppStore para visualizar un catálogo casi infinito de softwares y apps anteriores y posteriores a ChatGPT. YouChat, ChatSonic, Perplexity AI o Jasper Chat son algunos de los nombres que encontrarás en esta lista.

¿Por qué ha logrado destacar ChatGPT entre los demás?

El 30 de noviembre de 2022, OpenAi lanzó la nueva versión de ChatGPT y en tan solo cinco días alcanzó un millón de usuarios. Poco después, a inicios de este año 2023 Microsoft confirmaba su inversión de diez mil millones de dólares para la empresa creadora de ChatGPT (Open AI), extendiendo así la colaboración entre ambas empresas desde 2019 para el desarrollo de la inteligencia artificial.

Dada esta situación, Microsoft se posiciona como candidato potencial para implantar el ChatGPT o sus futuras versiones en algunos de los productos que ya ofrece a sus usuarios.

Mientras que la creación de contenido mediante el uso de una inteligencia artificial es un campo tecnológico en desarrollo, de momento sigue contando con algunos límites que lo separan de la capacidad humana para desarrollar contenidos que contengan un valor lingüístico y cultural.

Los límites de Chat GPT:

1. Limitaciones en los formatos. El formato de ChatGPT de openAI es, de momento, únicamente textual, no se pueden añadir imágenes, urls, vídeos o archivos de audio. Puede emitir código que generen este tipo de archivo, pero esto hace de su capacidad conversacional es un tanto deficiente. Además de esto, es incapaz de leer la intencionalidad de un texto sarcástico, humorístico o irónico. No puede tener en cuenta el aspecto cultural del idioma o de la zona de donde proviene el emisor del mensaje.

2. Limitaciones de longitud en las respuestas. Chat GPT no puede escribir novelas, ensayos ni obres de teatro, al igual que el usuario no puede introducir textos excesivamente largos en el chat para una consulta o una petición. La razón de esto es, en el aspecto de las respuestas por parte de ChatGPT, el tiempo de respuesta. En cuanto a la perspectiva del usuario, por cantidad de variables y requerimientos que se puede insertar en un, mensaje o petición de larga extensión.

3. Datos obsoletos. Al hacerle una consulta al ChatGPT el dato más actualizado que puede ofrecer, de momento, pertenece a septiembre de 2021. Dada la distancia de esa última publicación de casi más de un año, se puede decir que el chat está funcionando a partir de un conjunto de datos obsoletos.

4. Es incapaz de emitir juicios de valor. Como modelo de lenguaje, el ChatGPT no puede emitir juicios de valor. Su objetivo es proporcionar información precisa y relevante, basada en datos y hechos sobre lo sugerido y/o preguntado por los usuarios. Desde una postura neutral e imparcial. Esto quiere decir que, frente a una situación con varias opciones, el Chat no se decantará por ninguna de ellas, en su lugar responderá con una divagación alrededor de cada opción sin llegar a ninguna conclusión definitiva sobre la pregunta realizada.

5. Problemas de memoria. Chat GPT no dispone de una memoria conversacional que le permita mantener una interacción fluida durante un periodo de tiempo, durante el cual, el usuario presente varias ediciones o requerimiento sobre la primera respuesta ofrecida por el chat. Esto quiere decir que, su el usuario pide al chat un texto, sobre el cual comienza a solicitar ediciones y cambios, ChatGPT perderá el hilo de la conversación tras algunas interacciones y contestará algo completamente irrelevante.

6. Confianza en el dato. ChatGPT no se encuentra conectado a internet. Mientras que un buscador es un sistema que busca archivos e información almacenada en servidores web, ChatGPT no tiene esta capacidad. La información que utiliza para responder se basa en los datos y conversaciones que ha utilizado previamente como fuente de entrenamiento. Estos incluyen contenidos datados hasta el año 2021. Esto quiere decir que no tiene acceso a información actualizada como podría encontrarse en un navegador o como puede consultarse con un asistente de voz como GoogleHome o Alexa. Así mismo, tal y como se recoge en las preguntas frecuentes de OpenAI, las conversaciones que cualquier usuario mantenga con la herramienta serán revisadas y almacenadas para mejorar y ampliar los recursos lingüísticos y conocimiento de ChatGPT.

Preocupación por la posible infracción de las normas europeas para la protección de datos (GDPR)

Las normas de la UE para la protección de datos representan las directrices por las cuales la ciudadanía puede ejercer un mayor control sobre el uso de sus datos personales y las empresas disfrutan de unas condiciones de competencias equitativas.

Puede accederse a la información sobre esta normativa, tanto para empresas como para particulares, en la web de la comisión europea.

Dado el alcance de conocimiento al que puede acceder ChatGPT, pese a no estar conectado a Internet, su uso en empresas y particulares ha resultado en la preocupación por el cumplimiento de estas normas de protección de datos.

En Italia el Garante para la Protección de Datos Personales (GPDP) ya ha prohibido el uso de esta herramienta.  El organismo regulador asegura que OpenAI carece de base jurídica que respalde y justifique la recopilación y almacenamiento de datos personales o empresariales para el fomento de los algoritmos de ChatGPT.

Pero Italia, aunque haya sido el primer país en tomar esta medida, no será el último.

España es otro de los países que ya ha puesto sobre la mesa la prohibición de esta herramienta por los mismos motivos que Italia. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha presentado ya una petición para evaluar el impacto del uso de ChatGPT sobre la protección de datos, al comité de Protección de Datos de la Unión Europea.

Otros países como Francia, Alemania e Irlanda también se plantean seguir el ejemplo de Italia.

Por otro lado, Los Gobiernos de Estados Unidos y China han empezado a evaluar las posibles normas o barreras que podrían aplicarse al uso de ChatGPT. El objetivo de estas sería llevar a la herramienta a una posible regulación de su uso.

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