El baile entre traducción y marketing
La publicidad ha desarrollado su propio ecosistema alrededor del idioma y por ello, la traducción publicitaria se ha abierto camino como traducción especializada. Pero no solo eso, dada la evolución hacia nuevas plataformas en las que las marcas pueden anunciarse, el proceso de traducción ha evolucionado a un proceso de localización, en el que toman parte el uso de las imágenes, la adaptación cultural y terminológica del texto y la adecuación al componente sociocultural del idioma de destino.
No hay duda de que el propósito principal de este tipo de traducción es conservar la misma estrategia de comunicación en todos los países. La estandarización de estrategias para campañas sirve a las empresas para la normalización de comportamientos de los consumidores.
Para ello se deben tener en cuenta varios factores que solo un traductor profesional puede llevar a cabo.
Uno de ellos es el factor sociocultural que toma en cuenta las facetas: religiosa, moral social y comercial de cada mercado de destino. Este componente juega un papel crucial en la primera impresión del texto sobre el potencial cliente. Un fallo en este tipo de terminología puede provocar un efecto de rechazo en los primeros segundos de atención del cliente.
También se debe tener en cuenta el componente político legal de la cultura del destino que abarca las restricciones de cada país, la terminología ante la situación política y legal del país del destino. En este caso podríamos poner un ejemplo actual con las reglas publicitarias en cuanto a la venta de mascarillas. Cada plataforma y cada en cada país, se dictan unas reglas terminológicas en la publicidad de estos productos. Por ejemplo, Facebook no admite anuncios de productos que indiquen urgencia, que inciten al miedo, productos que garanticen la prevención de la COVID-19 u otras enfermedades respiratorias.
Desde la adaptación en unidades de medida y peso, de moneda; el simbolismo de los colores y formas en cada cultura hasta los estereotipos culturales como simbolismo nacional o la religión, entre otros. Por estas razones la localización del material publicitario hacia otros mercados debe llevarse a cabo por un profesional de la lingüística y de la cultura de destino su papel se hace cada día más importante debido al paradójico efecto de retorno a la identidad local o nacional que da la globalización.